Sara Vallejos tiene 83 años y es la prueba viviente de que no hay edad para hacer las cosas que nos gustan y concretar nuestros sueños.
“Lo de Sara” es la camioneta Ford E350 que usa esta abuela para recorrer mundo.

Sara es oriunda de San Miguel de Tucumán, Argentina y cuenta que hasta los 44 años hizo todo lo que se esperaba de una mujer en sus épocas de juventud.
“Me casé joven, tuve a mis tres hijos: los eduqué, les cociné, les planché… y cuando partieron a la universidad, me encontré sola …”.
Pero lejos de sentarse en un rincón a llorar su soledad y su inactividad, Sara se inscribió en la facultad y se puso a estudiar inglés.
“Hice el profesorado de inglés en cuatro años. Me recibí, conseguí trabajo y armé un grupo formidable para coordinar el área de estudio del departamento de inglés de una escuela de San Miguel. Fueron años gratificantes en lo personal y laboral”, cuenta Sara.

Poco después, la vida volvería a girar de manera drástica para Sara: después de 45 años de casada, se separó; al mismo tiempo que se jubiló.
Nuevamente se encontraba en la encrucijada de “qué hacer”. Y otra vez, no pensaba quedarse de brazos cruzados.
Viajó, abrió un restaurante en su casa, tuvo una librería rodante y un servicio de viandas a domicilio de comidas “light”.
Pero mientras veía a sus amigas quedarse en casa mirando la tele, ella se dijo que eso no era para ella. Le resultaba poco.

“Amo a mi familia, a mis hijos, mis nietos y mis bisnietos, pero necesitaba tener un nuevo norte” dijo Sara.
Y así fue como surgió su proyecto más ambicioso y fuera de lo común. Sara vendió su casa y reunió todos sus ahorros y se lanzó a su última aventura: comprar un motorhome y recorrer Latinoamérica.
Reunió a toda su familia y les comunicó la noticia. Y como era de esperarse, nadie estaba de acuerdo. Es entendible… sus hijos tenían miedo de que le sucediera algo en el camino, pero ella estaba resuelta a hacer esto y así lo hizo.
Ella dice que su pasión por los autos lo heredó de su padre y que él le enseñó muchas cosas.
“Desde chica me enseñó a manejar y me mostró el funcionamiento de los autos. Por eso entiendo bastante de mecánica”, dijo Sara.

Con el dinero de la venta de su casa, más algunos ahorros, realizó la compra del motohome por internet y poco después, llegó vía Uruguay.
Con su hermano y un matrimonio amigo, “cruzaron el charco” y fueron a buscar el vehículo que haría realidad sus sueños.
“Estaba lista para andar. Me subí, me puse el cinturón de seguridad y partimos sin rumbo, adonde nos llevara el viento. La idea era estar dos o tres meses en la ruta. En total pasaron casi ocho”. ¡Qué espíritu! ¡Es increíble!
El motorhome lo compró en el año 2005 y desde ese día hasta hoy, sólo tuvo que detenerse por la pandemia.
De Argentina recorrió las 23 provincias y la Capital Federal; pero también llegó a visitar Brasil, Uruguay, Bolivia, Perú…

Las historias de viaje, son un capítulo aparte y como buena docente amante de la lectura, Sara hizo una recopilación de sus experiencias y las está reuniendo en un libro. ¡Qué maravillosa experiencia!
Sara sólo espera siempre el momento de volver a la ruta y disfrutar de lo que más ama que es viajar.
Esta mujer es un ejemplo para todos, porque a pesar de su avanzada edad, nada la detuvo a la hora de darle sentido a su vida.
¡Por miles de kilómetros más, Sara! ¡Felicitaciones!