Bloguera se niega a tener hijos porque “el planeta está sobrepoblado”.
No es la primera vez que escuchamos este argumento: más y más mujeres se niegan a ser madres; ya no por seguir una carrera profesional, sino por el bien del planeta.

Emma Luther tiene 39 años y sabe que, con su decisión, no va a cambiar al mundo, pero al menos cree que hace una pequeña contribución.
Ella considera que ya hay “demasiada gente en el mundo” y que, entre todos, “estamos destruyendo el planeta”.
Vive en Cotswolds, Inglaterra y admite que su voluntad de no tener hijos, fue un factor decisivo en sus relaciones de pareja y que la pandemia del coronavirus reforzó su decisión.
“Ya desde niña era consciente de que el mundo estaba superpoblado. Cuando tenía 10 años, le dije a mi tía que no quería tener hijos por este mismo motivo y quedó horrorizada”, recordó Emma.

Renunciar al amor.
Pero… ¿qué pasa cuando esta determinación interfiere con el amor?
Emma cuenta que ni siquiera tener que renunciar al amor, la hizo cambiar de opinión.
Ella estaba profundamente enamorada de un hombre cuando tenía veinte tantos años, pero él quería formar una familia y tener hijos.

Estando Emma tan segura de que no querría traer “más humanos que destruyan” al mundo, dio por terminada la relación.
“Él quería hijos y yo no. Mi negativa fue un factor decisivo que no pudimos evitar”, dijo.
La muerte de su madre.
El único momento en el que Emma dudó sobre su decisión, fue cuando murió su madre, en el año 2006.
Contó que de pronto, sintió la necesidad de cuidar a un niño, tal cual lo había hecho su madre; pero un consejero de duelo, le dijo que se trataba de un intento de “reemplazar la pérdida y de querer brindar amor a alguien más”.
Así, su deseo de tener un hijo se esfumó.

Actualmente, está en pareja con Matthew, que comparte su visión y está de acuerdo con sus puntos de vista.
Si bien muchos de sus amigos tienen hijos, ella no los juzga al mismo tiempo que ellos también respetan su decisión.
“Escucho a mis amigos hablar sobre cuánto están gastando en sus familias, los desechos que están generando (es decir, una montaña de pañales) y lo cansados que están ahora que tienen hijos”, escribió en su blog.
“Algunos pueden decir que soy egoísta, pero quiero que mi vida sea mía y prefiero gastar mi energía en hacer lo que pueda para ayudar al planeta”, concluyó Emma.

¿Qué opinas del punto de vista de Emma? ¿Crees que beneficia en algo al planeta no teniendo hijos?