Esperaba una niña y gastó mucho dinero en ropa rosa: fue un niño.
Lauren y Karl, viven en Bradford, Inglaterra. Después de tener dos hermosos niños, recibieron la feliz noticia de que por fin llegaría la niña que ellos ansiaban, pero… resultó que fue otro niño.

La joven pareja gastó cientos de libras en ropa color rosa para quien sería su primera hija, incluso algunas a las que le hicieron bordar su nombre, pero al final, tuvieron un niño al que llamaron Dexter.
La sorpresa.
Ellos se quedaron perplejos. No salían de su asombro cuando las enfermeras les entregaron al recién nacido, a quien llamarían Marilyn, y resultó que su tercer hijo no era la niña que esperaban.
Estos sorprendidos padres describieron el momento como “una montaña rusa de emociones”, después de haber gastado una cantidad considerable de dinero en ropa color rosa o para niña.

Rápidamente se vieron forzados a tomar una rápida decisión, porque la idea original, era una ligadura de trompas después del parto.
Otro embarazo, habría puesto la vida de Lauren en peligro y la decisión estaba tomada, pero… ¿valía la pena arriesgarse para buscar a la ansiada niña?
Finalmente, decidieron que no, y los invadió una gran tristeza.
Lauren dijo sentir un amor profundo por su hijo en cuanto lo vio, pero que al mismo tiempo sintió que hacía el duelo por la hija que esperaba y que nunca llegó.
“Esperaba tener en mis brazos a mi primera hija, y sabíamos que, de esa manera, nuestra familia estaría completa.
Me sentía aturdida. No sabía cómo manejar todo lo que estaba pasando”, dijo Lauren.
¿Qué pasó?
A la semana 20 de embarazo, los futuros padres quisieron conocer el sexo del bebé que estaba en camino.
Ellos ya tienen otros 2 niños. Abel de 5 años y Opie de 3; de modo que cuando esa primera ecografía les dijo que era una niña y varias semanas después, otra lo confirmó, ellos ya no tenían dudas de que Marilyn en poco tiempo estaría en casa.

Feliz, Lauren compartió en sus redes sociales la hermosa noticia.
“En junio traeré a mi hija al mundo. Todos los que me conocen saben que me resulta difícil explicar lo feliz que me siento.
Nos encontramos en junio, para que todos conozcan a mi preciosa muñeca. ¡Te amo, hijita!”
Incluso, sabiendo que tendrían una niña, ellos donaron toda la ropa de sus hijos, pensando que ya no la necesitarían.
“Estaba tan feliz con la idea de tener una niña, que le compré ropa de bebé hasta un año. Iba a tener una hija y quería mimarla desde el principio”, dijo.
Evidentemente… hubo un error en las ecografías. ¡Dos veces!

Cuando llegó el momento del parto, Lauren estaba feliz. Pensaba que en unos minutos más, podría abrazar a su hija tan esperada, pero… cuando terminó la cesárea, su esposo Karl se acercó y le dijo: “Es un niño”.
“No bromees”, le dijo Lauren.
“No es broma, dijo Karl.
Nuestro bebé es un niño”.
Lauren sintió ganas de llorar. Esperaba con tantas ansias esa niña, que estaba en estado de shock.
Confiesa que le costó conectar con Dexter, pero que en cuanto lo tuvo en sus brazos, no quiso desprenderse de él durante al menos dos horas.

“Sé que mucha gente me va a criticar, pero son mis sentimientos”, dijo Lauren.
“Dexter es nuestro último hijo y estoy feliz con ellos. Sé que lo más importante es que estén sanos y felices, pero también creo que tengo derecho a sentirme conmocionada por lo sucedido”, agregó Lauren.
Entendemos la sorpresa de esta madre. Y nadie tiene derecho a juzgar sus sentimientos.
Todas las madres pasamos por momentos de desconcierto porque somos madres, pero también somos personas.
Ella hoy es feliz con sus hijos y con la familia que formaron.

“Tengo tres hijos extraordinarios y será maravilloso verlos crecer y crear lazos juntos”, concluyó.