Tiene 17 años y piensa someterse a 42 cirugías para convertirse en el “Ken humano”.
Felipe Adam tiene 17 años y planea someterse a 42 cirugías para convertirse en el “Ken humano”. Un sueño al que no renunciará por nada del mundo.

Muchas personas persiguen objetivos durante años y no descansan hasta conseguirlo.
Ponen todo su esfuerzo, dedicación y esmero en lograr ser alguien en la vida u obtener algo muy preciado.
Felipe es un joven de San Pablo, Brasil que ha destinado todo el dinero que ha logrado reunir en su corta vida, para convertirse en el Ken humano.

Lo increíble de todo esto, es que planea someterse a 42 cirugías para parecerse todo lo posible al compañero de la célebre y legendaria Barbie.

A muchos padres podría resultarles chocante esta decisión por parte de sus hijos, pero la madre de Felipe, lo apoya y lo alienta a lograr su objetivo.
Un sueño de toda la vida.
Felipe era muy pequeño cuando nació en él, el deseo de parecerse a Ken.
“Mis hermanas Carla y Amanda jugaban con las muñecas Barbie y a mí siempre me gustó mucho Ken”, comentó Felipe.

Lleva tan sólo tres años viviendo en San Pablo, pero esto coincidió con su cambio radical.
Trabajar en una ciudad tan grande, le permitió obtener distintos trabajos temporales con los que reunió ropa, maquillaje y todo lo necesario para crear el personaje.

Una vez que comenzó su transformación, ya no pudo parar. Cuando Felipe se vio al espejo con otras ropas y maquillado, se dijo a sí mismo, que esto era lo que quería para él.
El proceso de transformación.
Podemos imaginar que corregir alguna imperfección en el rostro o mejorar algún aspecto por medio de la cirugía, puede ser trabajoso, doloroso y costoso.
Pero esto no ha acobardado a Felipe en absoluto. Él ya tiene una lista de 42 operaciones que desea realizarse con los que de a poco, se irá convirtiendo en el Ken humano.

“Es verdad que el maquillaje ayuda. Tengo muchos trucos. Maquillarme me lleva más de cuatro horas. Hasta ahora, no me sometí a ninguna operación, pero planeo hacerlo.
Estoy muy entusiasmado, me gustaría mucho hacerlo. Conozco todas las ventajas y desventajas, pero mi deseo es tan grande que no temo ni al dolor ni a los riesgos”.
La reacción de la gente.
Felipe se siente totalmente identificado con el Ken humano, al punto tal de que jamás sale de su casa sin maquillaje.
“Dondequiera que vaya, yo soy así. Cada vez que tengo que salir de mi casa, salgo convertido en Ken ¡Y a veces me confunden con una estatua humana!”

Asimismo, asegura que la reacción de los vecinos y de quienes lo conocen, está dividida.
“Algunos me critican y me miran de manera extraña y hasta intentan desestabilizarme emocionalmente. Me llaman “muñeco Chucky” o me dicen que soy un demonio.
Claro que eso me resulta hiriente, pero trato de ignorarlo.
Otros, se acercan para hablarme o tomarse fotos conmigo. Me siento agradecido de recibir el cariño de la gente.”

La madre de Felipe lo apoya incondicionalmente, pero no está tan segura con respecto a las operaciones.
“Me ayuda con el maquillaje y me compra ropa. Su único temor son los procedimientos estéticos, pero yo no voy a renunciar a eso. La cirugía nos permite convertirnos en lo que deseamos ser.”

Felipe asegura que su proceso de transformación no tiene relación con querer ganar dinero. De hecho, no trabaja como modelo, pero considera que sería muy interesante trabajar en eso.

Felipe se siente feliz con sus proyectos y espera poder concretarlos.
¿Lo logrará? ¿Qué te parece esta transformación?