Tokio es una de las ciudades más honestas del mundo al devolver más del 80% de los teléfonos móviles extraviados.
En Tokio, casi el 83% de las personas que pierden sus teléfonos móviles, los recuperan. ¿En tu país es igual?
¡No podrás creer lo que sucede en Japón!
Para la mayoría de las personas, perder el celular, implica un problema realmente importante.
Los teléfonos hoy en día nos permiten enviar mensajes, hacer pagos, ubicar un lugar, buscar información, hacer una consulta médica o incluso, abrir las cerraduras de nuestra casa. Parece exagerado, pero gran parte de nuestra vida depende del teléfono móvil.
¿Qué implica perderlo? Es casi como quedarnos aislados o desconectados del mundo. Esto no te sucederá si vives en Tokio.
En una ciudad de 14 millones de habitantes, podemos imaginar la cantidad de cosas que se pierden a lo largo de un año. Sin embargo, la gran mayoría, logra reunirse con sus objetos perdidos después de un tiempo.

Sólo en 2018, 545 mil documentos de identidad fueron devueltos a sus propietarios por la policía metropolitana de Tokio. Eso significa, el 73% de los documentos perdidos.
Pero en el caso de los teléfonos celulares, el porcentaje es aun mayor. También el mismo año, se contaron como devueltos 130 mil teléfonos (83%) y 240 mil billeteras (65%). Incluso, sus propietarios pudieron recuperarlos el mismo día.

Integridad.
Para los japoneses se trata de un acto de integridad. ¿Cómo no devolver a su dueño algo que encontramos y que no nos pertenece? ¡Sería una vergüenza! ¡Una falta de honor!
Recuperar algo perdido, no es muy raro en Japón. Para ellos es como pensar: “Claro, por supuesto que me lo van a devolver”. Es más, lo extraño sería que los dueños de los objetos perdidos no los recuperaran. Esa sería una verdadera sorpresa.
Te mostramos algunas diferencias. En la ciudad de Nueva York, viven casi 9 millones de personas. Bastante menos que en Tokio; sin embargo, en esa ciudad los dueños recuperan casi en un 83% sus teléfonos, mientras que en Nueva York la cifra baja a 6%.

Algo parecido sucede con las billeteras. 80% recuperadas en Tokio, contra 10% en Nueva York.
En Tokio existen los “Koban”, que son pequeños puestos policiales que se pueden encontrar cada pocos metros. Hay muchísimos distribuidos en toda la ciudad. Ese es uno de los lugares que mayor cantidad de objetivos perdidos acumula. Las personas pueden pasar y dejar lo que encuentren allí.
Los padres, inculcan a sus hijos que cada vez que encuentren algo, lo lleven a los “Koban”.
¿Será por eso que los japoneses tienden a devolver lo que encuentran o existe otro motivo?

Honestidad.
Sin embargo, hay una situación en la que los japoneses no son del todo honestos.
Hasta hace unos 10 o 20 años, era completamente normal para los médicos japoneses no compartir su diagnóstico con los enfermos.
Lo que tuvieran para decir, se lo decían a la familia. Si la persona enferma tenía una enfermedad grave, tampoco sabía cuál era su pronóstico.
Esto se hacía porque los japoneses creen que el enfermo podría perder su voluntad de vivir, y entonces, su familia podría hacer como que “está todo bien”.
En una sociedad occidental, eso sería inaceptable. Los motivos que tienen los japoneses son complejos y están muy arraigados en la cultura japonesa.
En los últimos años, eso está cambiando. Pero… ¿podemos considerar que los japoneses son menos honestos por ese motivo?

Colectivismo.
La mayoría de los países asiáticos comparten la misma idea con respecto al colectivismo. Es decir, darle prioridad a los demás y adoptar conductas que beneficien al grupo, por encima de los individualismos. El egoísmo, no se acepta.
Es por eso que vemos la conducta de devolver lo que se encuentra. Está instalada en esta sociedad la idea de ayudar y no de perjudicar o de sacar provecho.
Para los japoneses eso sería una deshonra y un motivo de exclusión por parte de los demás; algo, que ellos no pueden tolerar.
Pertenecer al grupo es muy importante. Hacer una buena acción como devolver una billetera instala la idea en los ciudadanos de que un día, alguien hará algo así por ellos.

Esa es su idea, de ser una buena persona.
¿Y en nuestra cultura? ¿Qué lugares ocupan la honestidad y la integridad?